Por deformación profesional (y porque además soy madre, claro :)) leo mucho sobre innovación pedagógica y métodos de enseñanza alternativos. Con el cambio de dormitorios de mis hijos quería hacerles un espacio dedicado a "la meditación" (ahora os explico): un espacio donde ellos se sintieran seguros y pudieran aprender a gestionar sus emociones cuando se sienten frustrados, tristes, cansados, nerviosos... Un rincón con recursos para ayudarles a superar y entender sus emociones.
Había leído bastante sobre "el rincón de la calma" y estuve dando vueltas sobre cómo montarlo en sus dormitorios ahora que iba a hacer un cambio.