¡Hola! Con retraso pero aquí os traigo el candy bar, sweet bar o mesa de dulces (como queráis llamarlo) que preparamos mi hermana y yo para la Comunión de mi rey.
Os conté en enero que, aunque he hecho bastantes mesas dulces para otros eventos, quería estar despreocupada para la Comunión y había contratado a una empresa. Pero, a última hora, no fueron profesionales (no quiero entrar en detalles) y nos tocó, a mi hermana y a mi, ponernos manos a la obra.
Estresante, no, lo siguiente. Preparar una candy bar de estas características unido a toooodos los preparativos que conlleva una Comunión es de lo más agotador pero el resultado mereció la pena. Doy gracias de tener a mi hermana gemela, que me saca de mil y un apuros y siempre me ayuda en todo lo que puede (como si le sobrara tiempo je je).
Bueno pues no me enrollo más y os cuento cómo fue la preparación y qué necesitáis para montar una mesa como esta:
Os conté en enero que, aunque he hecho bastantes mesas dulces para otros eventos, quería estar despreocupada para la Comunión y había contratado a una empresa. Pero, a última hora, no fueron profesionales (no quiero entrar en detalles) y nos tocó, a mi hermana y a mi, ponernos manos a la obra.
Estresante, no, lo siguiente. Preparar una candy bar de estas características unido a toooodos los preparativos que conlleva una Comunión es de lo más agotador pero el resultado mereció la pena. Doy gracias de tener a mi hermana gemela, que me saca de mil y un apuros y siempre me ayuda en todo lo que puede (como si le sobrara tiempo je je).
Bueno pues no me enrollo más y os cuento cómo fue la preparación y qué necesitáis para montar una mesa como esta: