Os decía hace unas semanas aquí que os haría un post específico sobre cómo combato yo la celulitis. Pero antes de meternos en el ajo, deciros que no existen los milagros. Seamos realistas: si nos hartamos a dulces, a grasas saturadas, no hacemos nada de ejercicio y nos pasamos la vida sentadas por mucha crema anticelulítica que nos echemos la celulitis seguirá en su sitio.
Así que, presuponiendo que lleváis una dieta saludable (grasas y dulces los justos, tampoco os voy a decir que los eliminéis por completo de vuestra dieta), con un poquito de constancia es posible eliminar (casi por completo) las dichosas cartucheras. Esto es lo que yo llevo años haciendo para mantenerla a raya.
Antes de quedarme embarazada de mi hijo mayor (allá por 2006) mi rutina se basaba simplemente en echarme una crema anticelulítica todas las mañanas tras la ducha.
Con el tiempo me di cuenta de que daba igual la crema a usar. Yo he usado desde las caras carísimas hasta las de mercadona y con todas los resultados eran similares, por lo que llegué a la conclusión de que lo que realmente era efectivo era el masaje que me daba al echarme la crema en cuestión.
Como digo, tras mi primer embarazo mis caderas eran como 3 veces su tamaño habitual. Es cierto que con la lactancia se redujeron bastante pero, tras destetar a mi rey (con casi un año) mis caderas seguían sin ser las mías. Por casualidad me topé con esta maquinista en El Corte Inglés y no dudé en comprármela
Milagros, milagros, como digo, no hace, pero si eres constante y la usas tres veces a la semana, 7 minutos y medio en cada pierna, los resultados son visibles a los dos meses más o menos. Yo la llevo usando desde hace 7 años (exceptuando los embarazos y lactancias) y doy fe de que funciona.
Además de este aparato, tras la ducha os digo cómo me aplico la crema: junto los dedos índice y pulgar de cada mano (índice con índice y pulgar con pulgar) alrededor del muslo y bajo desde las caderas a la rodilla, apretando bien sobre la piel. Este movimiento lo repito como 20 veces en cada muslo.
La última rutina diaria que tengo contra la celulitis son estas gotas de turmalina verde. Fue mi farmacéutica, tras dar a luz a mi primer hijo, la que me la aconsejó (estaba tan obsesionada con mis caderas tras el parto que probaba todos los anticelulíticos que veía ja ja). Me tomo 10 gotas tras el desayuno, comida y cena. Con estas gotas y con los dos litros de agua que tomo (y dos infusiones diarias -a media mañana y tras la comida-) no retengo líquidos.
Aún estás a tiempo de lucir piernas antes del veranito y en tan solo 3 pasos. ¡Fuera pereza! ¿Y tú, cómo combates la celulitis?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No comentes por comentar ;) Deja tu comentario si realmente quieres decir algo relacionado con el post. Los comentarios hirientes, malintencionados, groseros, insultantes o con publicidad no serán publicados. ¡Gracias!